4, jueves. Junio. Práctica del epigrama 04



La vida laboral está llena de escenas, tan nimias y espurias en apariencia como esenciales para conocer cómo se trenza la trama que le da sentido a un tema. Veo una extraña película alemana, In den Gängen (literalmente, «En los pasillos», aunque estrenada en España con un título sacado de la manga: «A la vuelta de la esquina»), dirigida por Thomas Stuber en 2018. La cinta está rodada en los pasillos de un hipermercado y cuenta la historia de un joven que entra a trabajar como aprendiz. Apenas hay trama y casi ni siquiera diálogos más allá de los propios de lo circunstancial. El coro de personajes está formado por los trabajadores, quienes poco a poco, sin representar nada, trazan con sus acciones convencionales un argumento. La película se limita a yuxtaponer escenas de los hábitos laborales de un hipermercado y lo sorprendente resulta descubrir cómo la cotidianidad construye por sí misma, sin elementos exógenos, una narración densa. Inquietante. La película muestra cómo en todo cuanto ocurre alrededor, por vanos que parezcan los episodios, se destila el papel que representa cada cual, su significado e importancia como experiencia en el lugar y en el tiempo. La pérdida de estos significados en la construcción de la cotidianidad, despreciados por menores, en favor de otros sociológicos e incluso mediáticos —genéricos sí, pero ajenos a la experiencia directa, no mediatizada—, forma parte de la progresiva pérdida del sentido real de la vida.