Un viejo con barba blanca lo llama Rilke en un soneto. Fue el maestro de la Primavera. Cuando estudiaba, en sus clases aprendió lo que es el azul y lo que es el verde. Lo que el maestro le enseñaba y ella grababa en las raíces y en las ramas para, un día, saber cantarlo. Es lo que dicen los versos de Rilke. Hoy, solsticio, es el primer día de colegio. La niña se sienta frente a la mesa del maestro de barba blanca. Aún grisácea, quizá. Un maestro duro. Así empieza el curso escolar del ciclo de la vida.