Existe un misterio en la desnudez. Creo que tiene que ver con las pérdidas, aquel efecto de las glaciaciones que tuvieron que padecer los primeros sapiens tras su salida de África. Somos el único ser para el que existe la desnudez. Hay algunos dueños de perros que, en invierno, les ponen chalecos y bufandas, y crean una imagen paródica de su animal. La desnudez evoca una época idílica, africana, de convivencia con la naturaleza. Así somos los humanos, hermosos y débiles. El vestido trajo a la mente del sapiens un concepto diferente de la naturaleza: lo que debe ser dominado. Primero las pieles, luego el fuego, más tarde las verduras y también algunos animales. El agua. En esto sigue embarcada nuestra especie. En dominar. La luna, Marte, las estrellas. Solo cuando estamos desnudos aparece otro significado en lo que nos rodea. El que favorece los abrazos. El regreso de la dominación a la entrega.
[Libro V, Epigrama V]